Muchos estudiantes que cursan una maestría corren el riesgo de no poder llegar a la meta a pesar de tener toda la intención de hacerlo, los motivos son diversos y es necesario conocerlos para poder tomar las previsiones del caso.
Pablo Ferreiro, director del Área de Gobierno de Personas del PAD de la Universidad de Piura, dice que la deserción de estudiantes de maestría se debe en parte a temas profesionales del estudiante y en problemas académicos, pues este tipo de estudios son muy exigentes y la institución debe certificar el aprendizaje.
Sin embargo, el experto opina que "si la selección del candidato se ha hecho correctamente en cuanto a sus capacidades, intereses y circunstancias, no se deben dar imprevistos ni mucho menos desertores en el camino". Por tanto, en la UDP, la tasa de deserción es baja gracias a la aplicación del coaching con los participantes y el seguimiento personalizado, que les permite adelantarse a los problemas y solucionarlos adecuadamente.
Otro problema es el tiempo del curso. Muchos profesionales optan por llevar una maestría a tiempo parcial. Es decir, se proyectan a culminar sus estudios en aproximadamente dos años. Durante el transcurso de este tiempo muchos de los estudiantes son trasladados de lugar de trabajo o pierden su puesto, lo cuál podría ocasionar que estos decidan dejar la maestría.
A todo esto, se suma el cansancio de trabajar y estudiar al mismo tiempo, además de la dedicación que exige la familia. Ricardo Pino-Jordán, director académico de Centrum Católica, señala que muchos estudiantes no cumplen con todos los requisitos del programa y corren el gran riesgo de salir desaprobados o nunca concluír la tesis, aunque son una minoría.
Hoy, las instituciones están tomando una mayor conciencia de que necesitan apoyar más a sus estudiantes para que estos puedan obtener su grado de magister. Por ello, implementan cursos que les ayudan a culminar su tesis en los últimos meses de estudios.
Fuente: El Comercio - Universia