El Perú, a pesar de su crecimiento económico sostenido, le dedica menos del 0,1% del PBI a investigación y no registra más de 20 investigaciones científicas nuevas en un año, lo cual hace más difícil su desarrollo.
Es por ello que reconocidos profesionales del campo científico destacan, los planes que pueden poner en marcha para mejorar la investigación en el país.
En Sudamérica- explica José Antonio Campo, profesor de la Universidad de Columbia- manejamos poco dinero y además estamos rezagados en inversión en ciencia y tecnología.
Y, específicamente Perú, a pesar de que tengamos mejoras en la economía, seguimos destinando sólo el 0,1% del PBI a esta área. Por esta razón, entre otras, que Modesto Montoya, miembro del Ceplan propone la creación de un ministerio de ciencia, tecnología e innovación.
Para Rolando Páucar Jáuregui, presidente del Instituto de Investigación para la Energía y el Desarrollo (Iedes), no es la solución adecuada en este momento. Ahora, explicó, la prioridad del Gobierno debe ser incrementar el presupuesto, dar incentivos tributarios para quienes apoyan la ciencia y diseñar políticas públicas coherentes con nuestra realidad. “Nuestro país aún no está preparado para un ministerio, no contamos con masa crítica de investigadores ni infraestructura adecuada. Sería como romper el cascarón antes de que el pollito esté bien formado”, dijo.
“Postergar la decisión de tener este ministerio es ser apocados, pensar que no podemos. Es hora de pensar en grande. Tenemos una diversidad de territorios y climas que nadie tiene y debemos aprovechar la ciencia y la tecnología para sacarle ventajas y producir con valor agregado, lo cual será posible impulsando la investigación en innovación aplicada a la realidad del país desde un ministerio”, señaló José Soriano, ingeniero radicado en Argentina que fundó el Internet en el Perú.
El extranjero como ejemplo
José Soriano comenta que en Argentina, país donde reside actualmente, crear un ministerio dedicado a la ciencia y tecnología fue una decisión del Estado a largo plazo y pensada luego de diseñar un plan con metas concretas e independientes del poder político de turno.
Ellos, comenta, decidieron dedicarle el 6,7% del PBI a la educación, la ciencia y la tecnología y diseñaron unas políticas de investigación de valor agregado al desarrollo nacional. Además, dijo, decidieron regresar al país a más de 800 científicos argentinos de alto nivel que estaban repartidos por el mundo para que trabajaran en un campo tecnológico creado especialmente para brindar investigación aplicada a la realidad local.
“No solo se trata de investigar, sino buscar alianzas entre empresas y academia para potenciar el valor agregado a la producción básica, tanto en Lima como en provincias. Esto ayudará a que dejemos de pensar solo en producir materia prima y potenciemos la investigación aplicada a agroindustria o biotecnología. Se trata de trabajar en coordinación con el Ministerio de la Producción y concretar innovaciones que nos hagan competitivos”, remarcó.
Fuente: El Comercio - Universia