Por Juan Manuel Salamanca
Cada día las empresas producen y reciben cientos de gigabytes en información. Desde datos operacionales básicos como la temperatura de las oficinas, hasta indicadores económicos del otro lado del mundo y estadísticas de producción del día. En una administración clásica, el departamento de tecnologías de la información (TI) es el encargado de procesar los datos. Pero algunas universidades le han dado un vuelco a este tipo de herramientas, proponiéndolas como un área primordial dentro de la dirección de las compañías.
"El ejecutivo de hoy debe estar orientado a transformar las organizaciones haciendo uso de las tecnologías de la información, definiendo nuevas formas de hacer negocios, haciendo más competitiva a su empresa", sostiene Eddie Morris, director de la Maestría en Gestión de Tecnologías de Información [2] del ESAN, en Perú.
Contar con la información suficiente, actualizada y adecuada, es un requisito básico a la hora de tomar de decisiones, más aún en tiempos en que os cambios organizacionales son más necesarios y frecuentes. ¿Pero están conscientes las empresas de la importancia de las TI? En un estudio realizado el 2008 por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC [3]) junto a la a Cámara de Comercio de Santiago [4], un 59% de las empresas chilenas aseguró haber reportado mayores ingresos gracias a este tipo de herramientas.
El informe también concluyó que las empresas evalúan positivamente el impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en sus resultados financieros: el 59% de las compañías indica que ha mejorado sus utilidades; el 59% que ha aumentado sus ingresos; el 51% que ha subido sus márgenes de operación y el 44% que incrementó su participación de mercado.
Las principales tecnologías utilizadas por las empresas, según el estudio de la PUC, son las herramientas de productividad personal (91%), antivirus (91%) y sitio web (68%). Asimismo, las tecnologías que más aumentaron su penetración fueron la factura electrónica y el uso de redes inalámbricas. Otro dato que muestra la encuesta es que las TIC tienen un claro impacto en la organización interna de las empresas, tanto para monitorear las interacciones con sus clientes (67%), como para supervisar la productividad de los trabajadores (59%).
Basándose en esta creciente tendencia, ESAN dicta -desde el 2006- la mencionada Maestría en Gestión de Tecnologías de Información. "La respuesta ha sido muy buena, con promociones de en promedio 43 participantes e interés de varios países de la región para establecer convenios para la participación de sus estudiantes", sostiene Morris. Otras instituciones latinoamericanas que han integrado este tipo de programas a su oferta son el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM [5]) y la Universidad Iberoamericana (UIA [6]).
El programa de la ESAN, precisa Morris, está dirigido a entregar "los conocimientos necesarios para la formación de directivos de TI de alto nivel, que brinden soporte a las estrategias empresariales, participando en las discusiones estratégicas y que estén orientados a la transformación de su organización. Asimismo, la maestría promueve en el ejecutivo una mentalidad de innovación constante y proporciona las herramientas necesarias para la administración del cambio. El directivo de hoy debe administrar la información, el conocimiento y ser capaz de liderar procesos de transformación e innovación", señala.
La Maestría en Gestión de Tecnologías de Información, que ofrece un doble grado académico de la ESAN y la Universitat Ramon Llull - La Salle de Barcelona [7], basa su currículo en tres ejes principales: gestión empresarial, gestión de tecnologías de información y desarrollo de habilidades gerenciales. Con estos pilares buscan fusionar una formación en administración con el dominio de las TI, dirigida tanto para ejecutivos de empresas tecnológicas como de otros rubros.
Sin embargo, hay una pregunta abierta. ¿Las compañías latinoamericanas están incorporando efectivamente las tecnologías de información a su dirección? Morris cree que sí, aunque afirma que queda camino por recorrer. "Las empresas de la región han madurado mucho respecto al uso de las TI como herramientas de competitividad, pero aún en algunas empresas de América Latina falta el entendimiento de la importancia de estas para transformarse; deben preparar a sus ejecutivos con nuevas herramientas y enfoques para lograr el uso estratégico de las TI".
Pero la idea del ESAN no es solo formar ejecutivos que utilicen estas herramientas. Su apuesta es por empresas capaces de integrar el cambio como parte esencial de su estrategia. "No es suficiente con dominar las TI. Las tecnologías deben ser usadas creativamente para lograr la competitividad empresarial. Por ello, se debe promover su uso como parte de las competencias de las personas de todos los niveles de nuestra organización, creando una cultura de innovación constante", asegura Morris.
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