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Por Mar Peláez (elmundo.es). Por ubicación, por calidad, por experiencia, por fama... No sólo resulta complicado para un alumno dilucidar qué quiere ser de mayor, sino en qué universidad desea cursar sus estudios. Y las razones de la decisión no siempre son académicas.
La investigación La Universidad española en Cifras 2008, elaborada por la Conferencia de Rectores (CRUE), da pistas de por qué unos centros tienen más aceptación que otros, de cuál es la salud de la enseñanza superior en España y su comparativa por autonomías.
El macroinforme revela que la Universidad de Salamanca se consolida como la segunda institución académica que atrae a más alumnos de fuera de la Comunidad, por detrás de Lleida. Incluso podría estar en primer lugar, ya que esta universidad catalana computa prácticamente a la totalidad de sus alumnos en el apartado nacional.
Tanto es el peso de Salamanca que el 43% de los estudiantes que pasean por su campus son nacidos más allá de Castilla y León. Y lo que es más, este 'imán' gana fuerza con el paso de los años.
También Salamanca resulta ser la más atractiva para el resto de castellanos y leoneses —un 27% de sus alumnos son de la región—. Burgos, León y Valladolid por el contrario, se nutren principalmente de sus propios vecinos; todas ellas por encima del 70%. Valladolid es, además, la universidad de la Comunidad que menos españoles atrae.
El dato de Salamanca 'arrastra' a todo el sistema universitario castellano y leonés también a una segunda posición en esta estadística, sólo superada por La Rioja.
Algo más de un 88% de los jóvenes que quiere matricularse en cualquiera de la universidades de la región tiene la suerte de estudiar lo que siempre ha deseado. El 12% debe conformarse, por contra, con la opción que eligió en segundo o en tercer lugar. Salamanca, de nuevo, sobresale. El 95% de sus estudiantes no tuvo ningún obstáculo para matricularse allí donde deseaba, un porcentaje alejado del 82,8% de España. En el resto de las universidades públicas de la Comunidad, la facilidad también es la nota común.
Titulaciones
Pero, ¿qué eligen los estudiantes? Los 71.323 universitarios que en 2006-07 cursaban sus estudios en los centros propios de las universidades de Castilla y León se repartieron casi a partes iguales entre las titulaciones de ciclo corto y ciclo largo: 45% por diplomaturas; 48% por licenciaturas. Esta semejanza contrasta con la media del país, donde el 38% ansía una diplomatura y un 56,6% una licenciatura. Burgos es, después de la Politécnica de Cartagena, la institución que más alumnos matriculados tiene en ciclos cortos (un 66% de todo su alumnado). Valladolid también concentra mayor volumen de aspirantes a la diplomatura, con un 47,4%. En cambio León y Salamanca cuentan con un mayor porcentaje en ciclos largos.
¿Ciencias o letras? Excepto en Burgos, donde más de la mitad de los jóvenes se decantan por las carreras técnicas, el resto enfoca su futuro sin duda por las Ciencias Sociales, con más del 40%, aunque no llegan al 48% de la media de España.
Las carreras de Humanidades, Ciencias Experimentales y Ciencias de la Salud logran acaparar, cada una, al 9% de los matriculados.
No se puede decir que las aulas castellanas y leonesas estén abarrotadas. Y es que la demanda media de cada titulación no supera los 280 alumnos, cuando en España esa cifra está en 485. A eso bien puede contribuir el hecho de que cada vez sean menos los universitarios que ocupen las aulas.
El informe de la CRUE constata una caída del número de matriculados cercana al 20% desde el año 2000; una merma muy superior al 14% registrada en el promedio nacional.
Resultados académicos
Quién no ha pensado alguna vez en abandonar una obligación. Los universitarios no son una excepción. De hecho, 4.695 alumnos colgaron sus estudios en 2007, a partes iguales entre los que cursaban un ciclo corto o uno largo. Si se exceptúa Valladolid, donde los abandonos fueron más cuantiosos en las carreras técnicas, en León, Burgos y Salamanca este fenómeno se dio más en las titulaciones de Ciencias Sociales.
Aunque el número de abandonos es elevado, obviamente predominan los universitarios que pueden colgar el título en su habitación. Ese mismo año se diplomaron o licenciaron 10.886 en la región. De un somero análisis de la ratio profesor-alumno que realiza el informe se deduce que Castilla y León está algo peor dotada que el promedio del país. Un profesor, ya sea funcionario o contratado, atiende de media a 10,8 alumnos, frente a un 12% de España.
